Para que Toluca esté llena de vida, primero debe ser segura, puntualizó el décimo regidor, Mario Cardoso, al asegurar que la percepción de la ciudadanía acerca de la seguridad es negativa, pues califica que la policía municipal es mala y muy preocupante, es decirlo, pero llega más rápido una pizza o un Uber que una patrulla cuando se solicita su auxilio.
Mario Cardoso sostuvo que mucho se habla de los índices delictivos hacia abajo y hacia arriba, pero la población sigue sin ver los resultados en las calles, porque en el papel se pueden poner “numeritos favorables”, pero si eso no se refleja en el día a día la credibilidad de gobierno cada vez es menor al hablar del tema.
Explicó que los delitos que más laceran a los ciudadanos de Toluca y que en estos últimos meses se han incrementado según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública son los delitos de homicidio doloso con un incremento de 75%, delito de robo a vehículo con un incremento de 18.3%, delito de lesiones con un incremento de 17.4%, y un incremento alarmante del 312% en el delito de violación. Sin dejar de omitir, los constantes robos a transeúntes en la vía pública.
El regidor señaló que, es de conocimiento público que el Estado de México ocupa el tercer lugar a nivel nacional en inseguridad y el municipio de Toluca está considerado como el tercer municipio más inseguro de la entidad. “No hay que tapar el sol con un dedo y pelearnos si las estadísticas o datos que proporcionan las diferentes instancias son sujetas a la realidad. Los toluqueños vivimos en un clima de inseguridad, demos soluciones, no excusas”.
Mario Cardoso cuestionó la eficiencia y eficacia de la política de seguridad denominada “pie a tierra” que tiene como objetivo ser cercana a la gente y fortalecer el tejido social, pero no está dando los resultados, de nada sirve tener policías metidos en las casas encuestando a las personas sobre calidad en el servicio, mientras a la vuelta de la esquina la delincuencia hace de las suyas.
Finalmente, el décimo regidor propuso fortalecer los procesos de profesionalización de los elementos de seguridad pública, contar con un sistema de información amplio y transparente, que permita obtener datos reales y que eso sea la base que se tome para planear las estrategias necesarias; así como también incorporar herramientas tecnológicas para aumentar las capacidades de nuestras instituciones policiales y mejorar la cobertura y el acceso para toda la población.
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