Huixquilucan, Estado de México a 10 de marzo del 2025 – La tala clandestina de árboles en el municipio de Huixquilucan ha alcanzado niveles alarmantes, con un grupo de talamontes que no solo está acabando con los recursos naturales de la zona, sino que también ha generado un clima de terror entre los habitantes. La violencia y las amenazas por parte de estas personas han logrado controlar gran parte del territorio, manteniendo a la comunidad oprimida y bajo su constante hostigamiento.
Los habitantes de las zonas afectadas denuncian que los talamontes actúan con total impunidad, provocando daños irreparables al ecosistema local. Además de talar árboles de forma indiscriminada, los delincuentes vandalizan , derrapando las cortezas y provocando heridas en los troncos. Esta actividad ilegal no solo es un crimen ambiental, sino también una amenaza directa al patrimonio natural que nos pertenece a todos.
La violencia ha escalado aún más con la quema de una patrulla que fue incendiada por estos grupos en un claro acto de intimidación. Las autoridades locales, aunque alertadas, han sido incapaces de frenar el avance de estos grupos, lo que pone en evidencia la falta de control y de recursos para garantizar la seguridad de los pobladores y la protección de los recursos naturales.
Un llamado urgente a las autoridades
Es por ello que hacemos un llamado urgente a las autoridades gubernamentales, en especial a la Secretaría del Medio Ambiente del Estado de México y a la Gobernadora del Estado de México, para que tomen cartas en el asunto y refuercen la seguridad en la región. La tala ilegal no solo está acabando con los pulmones verdes del municipio, sino que también está afectando la calidad de vida de los habitantes, quienes viven con miedo debido a las constantes amenazas y actos de violencia de los talamontes.
Es vital que se refuercen los patrullajes en la zona y que se implemente un operativo conjunto con la policía estatal y federal para desmantelar estos grupos.
Cuidemos nuestro planeta, actuemos ahora
La tala ilegal no solo tiene repercusiones en el medio ambiente, sino también en el bienestar de las comunidades. Cada árbol talado representa una pérdida irreparable para la biodiversidad y el equilibrio ecológico de la región. Además, estos actos criminales agravan los efectos del cambio climático, ya que disminuyen la capacidad de captura de carbono y aumentan la desertificación de las zonas afectadas.
Es por ello que, más allá de la denuncia, también es necesario hacer un llamado a la conciencia colectiva. La lucha contra la tala ilegal y la protección de nuestros recursos naturales deben ser una prioridad para todos. Solo con la intervención inmediata de las autoridades y la colaboración activa de la comunidad podremos frenar este daño irreversible.
Es hora de proteger nuestros recursos naturales y de actuar con firmeza ante la amenaza que representa la tala ilegal para el futuro del planeta.
Es fundamental seguir avanzando en la lucha contra la tala clandestina y otros delitos relacionados, con el objetivo de garantizar un futuro más seguro y sustentable para todos. Gracias nuevamente a las autoridades del Estado de México, la Gobernadora y la Guardia Nacional por su compromiso y apoyo en esta delicada situación. Sin su intervención, los ciudadanos de Huixquilucan seguiríamos enfrentando una crisis que afectaba no solo nuestra seguridad, sino también nuestro entorno natural.