Criminaliza Gobierno de México a activista pro derechos VIH.
Por: Horacio López

Lo hasta hace unos años inimaginable por ser mediáticamente incorrecto, ocurrió: una verdadera persecución que el Gobierno de México emprendió contra Alaín Pinzón, un activista pro derechos de personas portadoras de VIH.
Ello, luego de que él denunciara públicamente el desabasto de medicamentos antirretrovirales como Profilaxis pre Exposición (PrEP), Profilaxis Post Exposición (PEP) y tratamiento antirretroviral (TARV), en instituciones públicas del sector salud de todo el país.
Derivado de ello, Pinzón, quien también es director de la organización VIH Libre, informó que recibió una notificación sobre una denuncia penal en su contra, por parte de la Secretaría de Salud federal, actualmente encabezada por David Kershenobich.
El activista fue citado a comparecer ante un juez en el Reclusorio Oriente de la Ciudad de México, por daño en propiedad ajena por la protesta que encabezó frente a las instalaciones del Censida el 1 de diciembre de 2023.
La protesta incomodó aún más al Gobierno Federal por las quejas que se sumaron en medios de comunicación por personal médico y pacientes, ante las complicadas disposiciones administrativas que desde el sexenio anterior han burocratizado la atención de las personas con VIH, lo que ha disparado el número de casos, diagnósticos tardíos y complicaciones de salud asociados.
También señalan que Censida, área gubernamental encargada de la prevención, ejerce violencia institucional y acoso contra activistas y organizaciones que trabajan en la atención del VIH.
La presión mediática orilló a la Secretaría de Salud a retirar la denuncia hace apenas unos días; sin embargo, eso no borra este renglón de la historia de la prevención y el combate ante el VIH SIDA en México, en el que de forma sistemática e institucional se criminalizó una protesta legítima, lo cual es un claro retroceso democrático.
Señores funcionarios: no se escuden bajo artimañas legales a su conveniencia. Mejor hagan su trabajo y eviten que su indiferencia e ineptitud provoquen muertes innecesarias.