Así o más fácil: La reforma al Poder Judicial en cuatro puntos
jueves 4 de julio del 2024
Por: Horacio López
La iniciativa de reforma al Poder Judicial de 2024 impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, que cuenta con todo el respaldo de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, ha generado toda clase de reacciones en la opinión pública informada.
La parte más controversial es que la designación de los titulares de los órganos jurisdiccionales sea a través del voto ciudadano.
Por eso, te explico en cuatro rápidos puntos de qué se trata el total de la propuesta de reforma.
1) El Presidente propone reestructurar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), reduciendo a nueve el número de ministros, acortando a 12 años el periodo del encargo, eliminando el funcionamiento en salas, cancelando la pensión vitalicia y ajustando sus percepciones al tope establecido para el titular del Poder Ejecutivo federal.
2) Modificar el esquema de designación de ministros, magistrados y jueces para permitir la elección mediante voto popular, de suerte que cada uno de los poderes proponga una lista de personas candidatas que irán a una elección organizada por el Instituto Nacional Electoral, comenzando por una elección extraordinaria a realizarse, previas campañas, en 2025, donde se renovaría todo el Poder Judicial de la Federación, quedando abierta la posibilidad de que los estados realicen sus propias reformas para elegir por voto a sus jueces locales;
3) Sustituir al Consejo de la Judicatura Federal con dos nuevos órganos llamados Tribunal de Disciplina Judicial y Órgano de Administración Judicial, integrados por personas designadas por cada uno de los poderes de la unión.
4) Adicionar algunas nuevas reglas procesales, como el establecimiento de plazos máximos para los asuntos fiscales y penales, y la limitación a la suspensión con efectos generales en amparos contra leyes, controversias constitucionales y acciones de constitucionalidad.
Desde la óptica de algunos, se politiza la elección de ministros al momento de meter su designación al engranaje electoral; ello, aunado a que el intervencionismo reformista solo toca a la cúpula de este poder público.
Pero y ¿qué pasa con los maltrechos ministerios públicos? Desde mi punto de vista, ahí radican los principales vicios que aquejan a nuestro sistema judicial. Es en los MP donde se inicia el tejido de corrupción que golpea directamente al ciudadano, incluso, a las víctimas.
Me parece que esta reforma debe ser replanteada desde el punto de vista de facilitarle el escenario a las víctimas en lugar de solo politizar el arribo al poder de su jerarquía. De otra manera, está incompleta.