Debido a que el consumo de más de cinco gramos de sal por día dificulta la absorción suficiente de potasio, por lo que aumenta el riesgo de padecer hipertensión arterial (presión alta), cardiopatías (problemas del corazón), accidentes cerebrovasculares (derrames cerebrales) y cálculos renales (piedras en el riñón), la Secretaría de Salud del Estado de México hace un llamado a la población para reducir el consumo de este condimento.
Por lo anterior, la dependencia sugiere evitar el consumo de alimentos procesados, reducir la ingesta de embutidos, quesos y aperitivos salados, además, pide modificar los hábitos para la preparación de comidas, de manera que limiten el uso de este sazonador y se elijan comestibles naturales.
De igual manera, recomienda no colocar saleros en la mesa al momento de comer, para así, evitar que se agregue más a los guisados, pues es frecuente que muchas personas añadan este elemento a su platillo sin antes haberlo probado, lo que significa que consumirán más de la cantidad adecuada por día.
Asimismo, destaca que es importante desterrar mitos en torno al consumo de este condimento, como que la sal marina es igual de dañina que la refinada si se consume en exceso, se pueden comer alimentos sin este ingrediente y ello permite apreciar mejor su sabor natural, a cualquier edad es dañino agregar grandes cantidades a la comida y es falso que al transpirar se pierda sal y se tenga que reponer vía los alimentos.
La Secretaría de Salud mexiquense pide leer el etiquetado de los productos procesados para elegir la mejor opción, pues actualmente en la mayoría de estos artículos se informa cuando representan un riesgo para la salud.Finalmente, enfatizó que un adulto debe consumir menos de cinco gramos de sal por día y en los niños la ingesta máxima recomendada será en función de sus necesidades energéticas.