Tras la tromba del pasado 1 de julio, en el que el Seminario Diocesano de Toluca sufrió daños estructurales y en áreas verdes y derivado de una solicitud de apoyo del Obispo Auxiliar, Maximino Martínez Miranda, el Gobierno del Estado de México y la Secretaría del Campo instruyeron a personal de la Protectora de Bosques (Probosque), para realizar una valoración de los árboles afectados y los que se encuentran en riesgo de caer.
Tras una revisión, se llegó a un levantamiento de datos de 212 árboles derribados, de los cuales 173 corresponden a la especie Ciprés, 15 Acacias, 10 Eucaliptos, seis Pinos, dos Yucas, dos Oyameles, dos de Trueno, uno de Níspero y uno de Capulín.
Luego de una revisión general al resto del arbolado, se determinó que aún están en riesgo de caer 134 árboles, por lo que la Probosque dispondrá de personal para que apoye a Protección Civil estatal y municipal en las labores de rehabilitación del lugar.
La primera fase consistirá en la limpieza del lugar para liberar el espacio e iniciar con el derribo de los árboles que aún están en riesgo; en una segunda etapa, se valorará reponer con árboles urbanos y frutales adecuados a la zona las áreas verdes que fueron dañadas.
En los trabajos de limpieza y retiro de los árboles derribados participarán 60 elementos de Probosque, 20 del Ayuntamiento de Toluca y 10 elementos de Protección Civil.
La Protectora de Bosques hace un llamado a la población para reportar ante Protección Civil de cada municipio posibles riesgos de caídas de árboles durante esta temporada, para que, en coordinación puedan ser retirados de manera segura antes de que causen afectaciones a viviendas o civiles.
En caso de una emergencia reportarla al número Nacional de Emergencias 911, encargado de canalizar los apoyos con las dependencias responsables según sea el caso.
