La excesiva exposición al calor puede provocar: enfermedades diarreicas agudas, lesiones térmicas asociadas al ejercicio, calambres e insomnio, informó Lizeth Zaldívar Argueta, médico familiar de la Clínica de Consulta Externa Lázaro Cárdenas, del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM).
“La temporada de calor inicia aproximadamente a mediados de marzo y concluye en septiembre, durante estos meses es fundamental vigilar a los adultos mayores de 60 y a los menores de cinco años, ya que son considerados grupos de riesgo que tienden a la deshidratación”, señaló.
La especialista agregó que las enfermedades diarreicas agudas, durante esta temporalidad, están asociadas mayoritariamente a virus, parásitos y bacterias que se mezclan con agua contaminada o alimentos en fermentación; comentó, por tanto, que en esta época los alimentos deben consumirse de manera inmediata, ya que su descomposición en la mayoría inicia una hora después de prepararlos.
Zaldívar Argueta, menciona que el golpe de calor también induce a un descontrol elevado de la temperatura corporal que pudiera generar delirios, vómito, deshidratación, inapetencia y persistencia de fiebre; recomienda evitar la exposición directa al sol, sobre todo entre las 12:00 y las 14:00 horas.
Para finalizar, sugirió tomar medidas preventivas como lavarse las manos antes y después de ir al baño, consumir frutas o verduras de temporada, hidratarse por lo menos cada cuatro horas con agua natural o saborizada reducida en azúcares y tener a la mano electrolitos orales, mismos que son gratuitos en cualquier unidad médica o centro de salud.